sábado, 19 de marzo de 2011

I'M THE QUEEN

Dije una vez que mi mayor entretenimiento cuando viajo es escuchar música y analizar mi alrededor; Corrijo: No es mi entretenimiento, es mi adicción. Hace una semana cuando iba en el colectivo directo al nido de buitres superficiales con aires de superioridad (léase escuela) escuchaba Clocks de Coldplay. Es increíble como esa canción me da una sensación de poder inexplicable, cada vez que le doy play me siento la reina del universo. Por primera vez puedo mirar a las personas sintiendo que puedo superarlas, pienso que puedo lograr todo lo que me proponga, creo que puedo saltar desde la cumbre mas alta y salir ilesa, meterme en el océano mas profundo  y nadar (aunque no sepa), respirar bajo el agua e iniciar una vida allí. I'M THE QUEEN. Claro que cuando la canción cumple los 5:07 minutos de duración vuelvo a ser esa persona invisible (ojalá).
Mientras Chris Martin cantaba "Am i a part of the cure or am i part of the disease?" yo miraba por la ventana y veía gente pasar, uniformes de colegios de todos los colores, obreros y linyeras. Aunque no lo crean es mucha la gente que camina por la calle a las 7:15 de la mañana. Ver para creer, ya lo sé. Lo que más me gusta de las personas que están en la calle son sus expresiones o sus movimientos. Ver las caras de sueño resulta muy divertido para mi o las madres acompañando a los chicos al colegio (que se ven bastante grandes, como de mi edad). Esos son detalles que aveces analizo, padres que sobre protegen a sus hijos como si fueran bebés que un faraón pide muertos. Luego a los 17 años tienen que dejar de ser "bebés" para convertirse en adultos, elegir una carrera que puede ser la que dirija su vida durante los próximos años, enfrentarse solo a la vida sin papi y mami que te coloreen los mapitas o te hagan los separadores de las materias. "Crecer o no crecer, esa es la cuestión". perdón si alguien se siente identificado u ofendido, pero es una realidad.
Algo curioso que ocurrió ese día fue que cuando llegué a la estación de Wilde no habían mas que parejas agarradas de las manos, sentadas uno encima de otro, abrazados. Sólo eran parejas, no había ni una persona sola, ninguna oveja negra para interrumpir el paisaje amoroso. Lo cual puede ser tomado de dos maneras: Hay demasiadas parejas en el mundo o todas las que estaban en Wilde ese día se reunieron en la estación.
Es gracioso porque había de todo, desde esas parejitas perfectas con el mismo estilo, altura y sonrisa hasta parejas disparejas, altas con bajos y viceversa. Increíblemente eso llegó a sacarme una sonrisa, me sentí bien por ellos, es lindo ver cuando el amor toma forma. Al cerrar los ojos sucedió lo esperado, se cumplieron los 5:07 minutos y Clocks terminó. Ya no era la reina y había pasado a ser menos que un súbdito, era la cena de los reyes. Katy perry llegó a mis oidos con su canción "Lost" y perdida en la letra cantaba "Face down in the porcelain, feeling so high but looking so low". Toda la euforia se habia ido y ahora me sentia como una hormiguita a la que iban a pisar en cualquier momento, asique cuando vi mi parada cerca me apure a bajarme no queria ser aplastada por nadie.
Me pasé toda la mañana pensando en todas esas parejas, lo que con "Clocks" me hizo feliz ahora me mataba. ¿Era yo la oveja negra que irrumpía en el paisaje perfecto de parejas? Todos tienen su media naranja, o lo que fuera, ¿y yo? Yo me tengo ami, y ni siquiera se si puedo confiar en eso.
La música no refleja mi estado de animo, lo moldea. 

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