sábado, 28 de enero de 2012

Siempre con vos, siempre en vos

Nos volvemos a encontrar, mi mayor enemiga ¿Cómo estás? Veo que cada día estás más fea. Ya no te reconozco. Te miro por lástima y hasta puede que ya no te odie... No estás en mi nivel.

¿Qué clase de batalla puedo luchar con vos como oponente? Robarle un sonajero a un bebé, quizás. Demasiado fácil.

Prefiero mirar la pared junto a mi. Esa que con los años tiene la pintura más y más desgastada, esa que tiene tus manos marcadas.

¿Te acordas cómo te divertías? ¿Te acordas como nos amábamos en esos días? Eramos tan chicas, tan felices.

Un día me declaraste la guerra, me jugaste en contra... cambiaste. ¿Por qué cambiar? Fuimos hermosas. Fuimos tantas cosas.

El tiempo pasó y nos desconocimos: "la vida misma", dicen.

En el pasado quedaron esas princesas que fuimos, esas que llegaban a límites insospechados para ser reinas. No pudimos más.

Acá estamos hoy, frente a frente. Esa mirada débil que siempre tuviste me dice que todavía me tenes miedo.
Todavía me llevas en tu cartera ¿no? En las vidrieras, en los probadores y hasta en el agua cuando te bañas. Ahí estoy yo, recordándote que la vida nos arrastra y no nos deja respirar con sus cambios.



Siempre con vos, siempre en vos

Tu Reflejo

domingo, 8 de enero de 2012

Ayer, Hoy y Mañana

Mañana el Sol va a salir y va a brillar como siempre, los pájaros van a cantar al unísono, el viento va a despeinarme como todas las mañanas, las hojas van a caer en la pileta y van a dibujar formas que, como siempre, nunca voy a descifrar.

Mañana la gente va a cumplir sus horarios de oficina, los chicos van a correr por la calle, los abuelos van a quejarse de innumerables cosas y las vecinas que barren la vereda van a hablar de nuestras vidas. Los autos y sus bocinas van a formar canciones en mi cabeza y voy a cantar... voy a intentar cantar.

Mañana voy a intentar ser feliz. Voy a intentar volver a ese lugar, "Felicidad". Tal vez pueda quedarme ahí por siempre, o tal vez viva en la lista de espera. 

Hoy no sé donde estoy, no sé quien soy y tampoco sé cual soy. ¿Soy la misma? ¿Soy la que cambió?
Me siento como esa nena que se escondía debajo de la mesa para llorar sin ser vista. O esa chica que se tiraba en el piso escuchando My Chemical Romance en el volumen máximo para poder gritar.

Quiero poder entender que las cosas pasan por algo, que hay algo enorme planeado para mi con un final feliz como en las mejores películas y que va a llegar cuando menos me lo espere. Quiero poder creer que llorar hace bien, que no voy a morir deshidratada y olvidada en mi habitación. Quiero saber que todo va a pasar y que voy a estar bien. Quiero pensar que esto es una pesadilla y que voy a despertarme tranquila, feliz y en paz como ayer. 

Hoy no quiero vomitar, pero tampoco quiero comer. No quiero escuchar nada, no quiero cantar nada, no quiero sentir nada. 

Tal vez mañana sea otro día para ganar, pero hoy perdí.