sábado, 28 de enero de 2012

Siempre con vos, siempre en vos

Nos volvemos a encontrar, mi mayor enemiga ¿Cómo estás? Veo que cada día estás más fea. Ya no te reconozco. Te miro por lástima y hasta puede que ya no te odie... No estás en mi nivel.

¿Qué clase de batalla puedo luchar con vos como oponente? Robarle un sonajero a un bebé, quizás. Demasiado fácil.

Prefiero mirar la pared junto a mi. Esa que con los años tiene la pintura más y más desgastada, esa que tiene tus manos marcadas.

¿Te acordas cómo te divertías? ¿Te acordas como nos amábamos en esos días? Eramos tan chicas, tan felices.

Un día me declaraste la guerra, me jugaste en contra... cambiaste. ¿Por qué cambiar? Fuimos hermosas. Fuimos tantas cosas.

El tiempo pasó y nos desconocimos: "la vida misma", dicen.

En el pasado quedaron esas princesas que fuimos, esas que llegaban a límites insospechados para ser reinas. No pudimos más.

Acá estamos hoy, frente a frente. Esa mirada débil que siempre tuviste me dice que todavía me tenes miedo.
Todavía me llevas en tu cartera ¿no? En las vidrieras, en los probadores y hasta en el agua cuando te bañas. Ahí estoy yo, recordándote que la vida nos arrastra y no nos deja respirar con sus cambios.



Siempre con vos, siempre en vos

Tu Reflejo

1 comentario:

  1. Creo que detrás de toda la carga negativa que tienen estas palabras para con la recptora de este discurso, hay un halo de optimismo.
    Me creerás loco, pero suelo pensar que todos las catarsis textuales con tendencias hacia lo negativo, son un llamado de atención. ¿Y que llamado de atención no alberga una esperanza?
    Lejos estoy de querer, que te pongas de verdad, en el cuerpo y en el alma de quien protagoniza este relato.
    Los reflejos nunca hablan más que en los cuentos fantásticos y cuentos fantásticos son.
    Los reflejos solo muestran el punto de vista que tiene ese objeto que nos refleja.
    Todo lo que no aceptemos como propio de ese reflejo, es lo que nos habla. Saberlo aceptar, controlar y querer, es lo que nos mantiene en paz con nosotros mismos.
    (Al menos en un aspecto).

    Ya leímos en El Principito: "Lo esencial, es invisible a los ojos". Practiquémoslo más.

    ResponderEliminar