sábado, 17 de septiembre de 2011

Hoy quiero sentir, mañana ya no

     Mil veces me habré sentado en frente de la pc tratando de escribir algo (sin éxito, claro está). Escribo el primer párrafo y cuando lo leo me doy cuenta que no tiene sentido. No sirve escribir así, entonces me queda escribir sobre mis NO ideas para escribir.
     Cada vez que cierro un tema no suelo tener problemas para tocar otro, pero con el último tema me quede como vacía... Es como si hubiese hecho una terapia de cambio y eso que me sacaba el aire ya no está. ¿Y ahora qué hago?  Porque ni siquiera estoy bien o mal. Estoy flotando en una nube de anestesia constante. Nada me molesta, nada me jode... nada me llega lo suficiente como para analizarlo y que me moleste.
     Si estuviera en mi mejor momento sería algo nuevo, porque escribiría distinto... nunca escribí estando completamente feliz. Pero, este no es el caso... no siento nada, no me pasa nada.
     Quiero que me pase algo... No puedo llorar, no tengo por qué llorar. No tengo por qué quejarme, tampoco puedo reírme con ganas... las sonrisas no cuentan como risas. Ni triste, ni feliz... neutra ¿Existe estar neutra?
     Ya llegué a un punto en el que quiero que me lastimen para poder sentir, prefiero sentir dolor a no sentir nada. Es la necesidad de llorar para volver a sentir el sabor de las lágrimas. Sí, ya sé, es un arma de doble filo... una vez que sentís dolor, es insoportable. Una vez que lloras, le pedís a Dios (o a quien quieras) que haga que la angustia se vaya y te deje tranquila. No me puedo conformar con nada... Hoy quiero sentir, mañana ya no. 

sábado, 3 de septiembre de 2011

Jai guru deva om



"Imágenes de luz encima bañando ante mí como un millón de ojos que me llaman y me llaman a través del universo". The Beatles

     
     ¿Cuántas cosas pasan desapercibidas en este mundo? Cuántas cosas que no vemos, no sentimos... No tocamos y, sin embargo, están ahí. Nos miran, nos escuchan y quieren mostrarnos su belleza. Esa belleza casi imperceptible para el ojo humano... pero no para el corazón. 
     Puede sonar raro, pero ¿Podemos pararnos y escuchar un latido? ¿El sonido del viento? Quizá no... no es importante, vivimos acelerados y sin mostrar señales de sensibilidad. "Mi burbuja, mi planeta"... Hay más que eso. Existe todo un mundo a sólo un paso de distancia. "Despegar los pies del piso y volar con el alma", decía mi abuelo. 
     Cierro los ojos y escucho una nena reírse a carcajadas, no le importa el qué dirán, no le importa gritar... Todos la miran, le llaman la atención y ella sigue riéndose. El sol la ilumina y le da directo en los ojos. Junta fuerzas para sostener la mirada, desafiando al sol. El sol es chiquito en comparación con ella.  
     Encuentro un álbum de fotos y veo a la nena, esa nena risueña que pelea con el sol. Me veo ahí, me veo feliz. Escucho mis risas, esta vez sin cerrar los ojos, sin recordar. Me escucho reír. 
    Una de las lecciones más importantes de mi vida fue "Una sonrisa para echar el la tristeza", y tenía razón. Las enseñanzas que te deja la niñez son las más importantes de la vida... te marcan para siempre. No tenemos que dejar que los malos recuerdos opaquen los momentos felices... Por cada lágrima que lloro hay 10 momentos en los que me reí sin parar. 
     
     Quiero salir de mi burbuja, quiero llorar, quiero reír... eso es vivir en el mundo real. Mirar alrededor y sentirte viva. Sentir dolor, sentir placer. SENTIR. Quiero ver todo lo que el mundo tiene para ofrecer... Correr a través del universo una y otra vez. 
     Y ahí un día encontré la respuesta: Uno vive y ama sin pensar en las consecuencias, porque si ser feliz tiene un precio muy alto, estamos dispuestos a vender el alma... Incluso si todo sale mal. Arriesgamos, ganamos. Arriesgamos, perdemos. Pero todo vale la pena.







     
"Un amor imperecedero y sin límites brilla a mí alrededor como un millón de soles". Jai guru deva om.