viernes, 21 de octubre de 2011

Se busca co-protagonista

"Yo no me enamoro" dije todos los días de mi vida, y es verdad. No soy de esas que saben lo que es enamorarse, más bien soy de esas que se obsesionan al estilo "berrinches de nena chiquita".
"No quiero enamorarme" MENTIRA.  Es verdad, no me enamoré nunca, pero quiero estar enamorada. Quiero que mi vida esté llena de palabritas cursis, ositos de peluche con "te amo" escritos, cartitas tiernas, papeles con promesas al estilo "X 100pre juntos" (así con el X y el 100). Quiero todo eso en mi vida, quiero cumplir meses y que me den su campera cuando me vean con frío.
Ese romance al mejor estilo Hollywood me hizo tal lobotomía que ahora vivo cada minuto esperando que Tom Hanks me mande un e-mail, que Leonardo Di Caprio me invite a navegar o que Noah me diga que no le importa que sea la mujer más pesada quiere estar conmigo igual. Escribiría cosas románticas en mi diario íntimo y se las leería a mis nietos o a cualquier pobre cristiano para aburrirlo con mi hermosa vida feliz.
La necesidad de encontrar a mi co-protagonista de comedia romántica (yo la protagonista, nunca menos) se me volvió tan enfermizamente necesaria que perdí la noción de la coherencia. Ahora soy la Bridget Jones de mi propia vida, creo que tengo que encontrar el amor o vivir sola. Fíjense el tamaño de mis problemas mentales: "vivir sola", tengo 17 años y me preocupo por los 60 años que me quedan por delante.
Hollywood, se te viene un juicio por daños psicológicos.
Ok, anotame un par de problemitas más en la lista. Si no hay lugar al frente, anotalos del otro lado, no hay problema.
Me expongo tanto cuando busco enamorarme al estilo Georgina de "Chiquititas", que termino sufriendo como una viuda de guerra: Lloro a la mañana, a la tarde, a la noche, feriados y vacaciones. Se me va el hambre: no como. Como: vomito de los nervios. (Nunca tanto como para ser flaquita, no tengo esa suerte).
Voy con mi corazón en las manos y se lo van pasando. En el camino se cae, se raya, se corta y se rompe; "uh, me parece que se rompió". Nunca van a leer el cartelito de "FRÁGIL" y a manejarse con cuidado. Después me quedo yo con esa cosa amorfa y cortada que, ponele, se llama corazón. ¿Qué hago con esto? ¿Me lo como?
Lo patético es que todo se termina sin siquiera haber empezado ¿Y yo? yo ya tenía el vestido de novia, la fecha en el civil, el cura para la ceremonia, los nombres para nuestros 3 hijos... todo.
Y ahí me quedo yo, como Drew Barrymore en "Jamás besada", sentada esperando al ideal quien, para mi, va a aparecer siempre que me agarre una de esas lindas obsesiones con alguien que me diga cosas lindas.
Me doy lástima....Me abrazaría, pero no me gusta juntarme con gente como yo.

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